Reflexiones sobre una educación pública para ser mejores
| Autor | Miguel Ángel Rodríguez Echeverría |
| Cargo | Asesor y comentarista; fue Catedrático de la UCR y UACA, Profesor visitante de la University of California Berkeley, George Washington University y Universidad Carlos Tercero |
| Páginas | 99-119 |
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Julio-Diciembre 2021
Vol. 2 No. 2
ISSN 2215-59 10
Miguel Ánge l Rodríguez Ec heverría es as esor y coment arista; fue C atedrático d e la UCR y UACA, Profe sor visitan te de la
University of California Berkeley, George Washington University y Universidad Carlos Tercero; Ministro de Planicación Nacional
y Política Econ ómica; Ministro de la Pre sidencia; Directivo d el Banco Central de Cos ta Rica; Presidente de AN FE; Diputado y
Presidente Asamblea Legislativa; Presidente de ODCA; Presidente de la República y Secretario General de la Organización de
Estados Americanos.
Miguel Ángel Rodríguez Echeverría
REFLEXIONES
SOBRE UNA EDUCACIÓN
PÚBLICA PARA SER MEJORES
Estudio de cas o
RESUMEN:
Costa Rica en su bicentenaria historia h a sido el a su vocación en pro de la educación
pública, pero como en toda construcción humana no han faltado los errores: cierre de la
Universidad de Santo Tomas, falta de oferta de educación secundaria en la primera m itad
del siglo XX, mala priorización del gasto en la grave recesión de inicios de los ochenta y hoy
día sufrimos graves falencias en la capacitación laboral, en la construcción de las habilidades
requeridas para nuestro tiempo en los educandos, en la atención de la primera edad de 0 a
5 años, en la cobertura y falta de penetración en las áreas técn icas, matemáticas, cientícas y
creativas en la educación terciaria y en la provisión de banda ancha a alumnos y profesores.
Los simples títulos universitarios de los docentes y el aumento de recursos nancieros no
han sido capaces de resolver los más importantes problemas. Requerimos mayor y mejor
respuesta pública en la primera edad de los niños; modicar la selección, acompañamiento y
evaluación formativa de los docentes; hacer más atractiva y generalizada la educación técnica,
y mejor acoplada a las demandas de las empresas; adaptar la capacitación laboral a la 4ª
Revolución Industrial y a los cambios en la demanda por trabajadores; ampliar la cobertura
y la empleabilidad de la educación terciaria; dotar de acceso a banda ancha a estudiantes y
docentes.
Palabras claves: educación pública, cober tura, h abilidades, educación técn ica, capacita-
ción laboral, reentrenamiento, educación 0 a 5 años, selección de docentes, evaluación de
docentes, acceso a band a ancha.
ABSTRACT:
In its bicentennial history Cost a Rica has being consistent in its vocation in favor of public
education. As all human endeavors, however, this dedication has shown important failures:
closing the Universidad de Santo Tomás; lack of access to secondary education in the
rst half of the 20th cent ury; misallocation of public funds during the recession in the
eighties. Today we suffer serious problems in vocational traini ng, in developing in the
student’s abilities tunned to our times, in from 0 to 5 years of age in low coverage in tertiary
education as well as subinvestment in scientic, technical, mathematical and creative elds,
and in assuring access to broadband internet to students and teachers.
Simply granting university degrees and increasing public expenditure in education have
not being enough to solve these critical problems. We require more and better public
actions for children in the rst age of children; to improve the selection, traini ng and
evaluation of teachers; to make technical education more attractive and better adapted to
the needs of the private sector; to adapt job training programs to the demands of t he 4th
Industrial Revolution; to expand the coverage of tertiary education and the employability of
its graduates; and to provide broadband access to students and teachers.
Key word s: public education, coverage, abilities, technical education, vocational training,
retraining, education rst 5 years of age, teacher selection, teacher evaluation, access to
broad band.
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ÁLVARO CEDEÑO MAESTRO
DE HUMANIDAD EFICIENTE
“un pequeño grupo de estudiantes , en un cálido mes
de marzo, esperábamos la llegada de nuestro profesor de
Análisis Económico”.1 Así inicia Álvaro Cedeño la des-
cripción de la venturosa tarde en que tuvimos la suerte
de encontrarnos con Alberto Di Mare en 1960 en la
UCR. Mi suerte fue doble, pues también esa fue para
mí la ocasión de conocer a Álvaro.
Éramos solo unas cinco personas quienes iniciába-
mos los cursos propios de la rama de economía, des-
pués de los dos años de estudios comunes a las diver-
sas carreras de la Facultad de Ciencias Económicas y
Sociales en aquellos tiempos. Los grupos de estudian-
tes anteriores eran muy numerosos, en su gran mayo-
ría de personas que asistían a la universidad al nal
de la tarde terminada la jornada laboral, lo que dejaba
poca oportunidad para el intercambio y la generación
de amistad entre los compañeros. Pero eso terminaba
en esa etapa de mayor especialización, en una época
cuando quienes se interesaban en el estudio de econo-
mía como ciencia éramos muy pocos.
Desde entonces aprendí a admirar la nura de su
análisis, la seriedad con la que acomete cua lquier tarea,
la pasión por desentrañar los problemas, y una calidad
humana envidiable, que se maniesta siempre en la in-
tensa vivencia de los principios éticos que caracteriza
todas sus muy variadas acciones: como economista,
como administrador, como profesor, como consultor,
como ciudadano, hombre de familia y amigo.
Debo a las enseñanzas de Alber to Di Mare el gusto
por la educación, y por eso creo que Álvaro Cedeño
también bebió de esa misma fuente su pasión por en-
señar, y en su caso, por enseñar siempre con una muy
admirable y muy marcada connotación humanística.
Ser consultor para negocios puede verse como el
afán de promover ecacia y eciencia, buenos resulta-
dos en el Estado de Ganancias y Pérdidas de hoy y en
la valoración de la entidad, lo que reeja sus ganancias
futuras. Y quienes hemos gerenciado empresas sabe-
mos de la angustia, la dedicación y los esfuerzos que
conlleva alcanzar esos resultados. Por ende, la fuerza
de la tentación de solo centrarnos en ellos.
1 Álvaro Cedeño: “Prólogo”, Ensayos en Honor de Alber to Di Mare, pág. XI, Rodo lfo Quirós editor, Academia d e Centroamérica, S an José 2009.
2 Cedeño, Álvar o: “Vida de la Empresa” pág. 37 e n Ensayos en Honor de Al berro Di Mare, op cit.
3 Ibidem
4 Álvaro Cedeñ o: “Amor y Liderazgo”, https://alvaroc edeno.com San José 22 de ju nio de 2020.
Álvaro tiene una muy buena formación de econo-
mista y es conocedor –tal como con Lionel Robbins
nos lo enseñó don Alberto Di Mare– de que la acción
humana escoge como usar bienes escasos y versátiles
en la satisfacción de necesidades múltiples y jerarqui-
zables. Eso lo podría haber llevado a que su consultoría
fuese una fría ayud a para la consecución de resultados
nancieros.
Pero su humanismo lo llevó en una dirección muy
diferente y de enorme mérito para él y benecio para
nuestra sociedad. Lo llevó a promover el éxito empre-
sarial como resultado de crear valor, que incluye feli-
cidad y efectividad, y ya últi mamente, también amor.
Para promover esas cualidades en la empresa es
indispensable que se desarrollen en las personas que
la integran, y ello implica como lo señala Álvaro: “la
visión de la empresa no solo como centro de manejo de
importantes recursos de la comunidad, sino también
como centro estimulador del desarrollo de quienes par-
ticipan en ella”.2 Es así, pues, que la empresa también
tiene una función educativa que permite que “a la vez
que se mejora la efectividad de la empresa, se a proveche
la oportunidad de contribuir al desarrollo de destrezas
de acción y convivencia civilizada para las person as que
en ella laboran y se promuevan actitudes dentro y fuera
de la empresa que conduzcan a aumentar la efectivid ad
y la felicidad de esas persona s”.3
El humanismo consustancial a las acciones de
Álvaro Cedeño se reeja a plenitud en uno de los re-
cientes comentarios con los que nos ilumina desde su
sitio web: “Los seres humanos orecemos con el amor.
Con el que damos y el que recibimos. Y si dedicamos al
trabajo la mayor parte de nuestro tiempo de vigilia, una
parte aún mayor de nuestra atención y energía, algo
raro está ocurriendo si eliminamos la consideración
del amor en nuestras relaciones productivas, laborales,
empresariales”.4
La vocación de maestro tan evidente en Álvaro y
su acendrado humanismo, me llevan con motivo de su
octogésimo aniversario a escribir con mucho cariño y
admiración en su honor estas reexiones sobre la edu-
cación pública, tratando de integrar con alguna cohe-
rencia, publicaciones de los últimos años.
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